Año 526 a.C., Cambises II, rey de Persia se prepara para invadir Egipto, que en ese entonces era gobernado por el faraón Psamético III. Cambises había preparado la marcha de su ejército a través del desierto del Sinaí con la ayuda de tribus árabes que le prepararon depósitos de agua, esenciales para cruzar el desierto. Además de este tipo de ayudas, los persas utilizaron gatos en su equipo de campaña. Los egipcios consideraban a los felinos como manifestaciones de la diosa Bastet y, por tanto, eran sagrados. Tras una desigual lucha, los egipcios se refugiaron en Pelusio. Una vez sitiada la ciudad, Cambises siguió con aplicando la misma estrategia felina: arrojaron los gatos hacia la fortaleza obligando a los arqueros egipcios a disparar con demasiado cuidado. Los egipcios perdieron su libertad por culpa de los gatos.

Probablemente esta no sea una historia inspirada en El arte de la guerra de Sun Tzu, pero dice mucho de cómo pequeñas ideas pueden ayudarnos en cualquier empresa. El arte de la guerra ha inspirado a mercadólogos, estrategas militares, vendedores y políticos a orientar sus estrategias y tácticas. Desde hace 2500 años este tratado que inspiró a Napoleón basa sus principios en dos afirmaciones:

1.- Todo el “arte de la guerra” se basa en engaño

2.- El supremo “arte de la guerra” es someter al enemigo sin luchar

El arte de la guerra por tanto es el manual por excelencia de todo estratega. Utilizando los principios del estratega chino Sun Tzu (no se sabe si existió o no), hemos desarrollado un curso de la Agencia Facultad.

La guerra digital a la que son expuestos los políticos a diario, por medio de memes, videos cortos, posicionamiento de tendencias, entre otras tácticas, son puestas al descubierto en este taller de 16 horas de duración. A su vez, enseño a los participantes a diseñar estrategias y tácticas para participar del combate digital.

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Abrazos Digitales,

Andrés Elías